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La limpieza con hielo seco (también llamada limpieza criogénica, sistema de limpieza criogénica con hielo seco y pulverización con hielo seco) es similar a la limpieza por chorro de arena, líquido plástico o soda cáustica en la cual un material se acelera en una corriente de aire presurizada para impactar sobre una superficie que se limpiará y preparará. No obstante, allí terminan las similitudes.
En lugar de usar materiales altamente abrasivos para pulir una superficie (y dañarla), la limpieza con hielo seco usa hielo seco suave, acelerado a velocidades supersónicas, y crea miniexplosiones en la superficie para elevar el elemento indeseado y eliminarlo del sustrato subyacente. Si desea leer todos los detalles técnicos, consulte la página Cómo funciona la limpieza con CO2.
Limpieza con hielo seco:
See how dry ice cleaning works
La limpieza con hielo seco usa aire comprimido para acelerar los pelets de “hielo seco” de dióxido de carbono (CO2) congelado y lograr que alcancen una gran velocidad. En este proceso se puede usar un suministro de aire comprimido de 80 psi/50 scfm. Los pelets de hielo seco se pueden fabricar en las instalaciones o comprarse. Los pelets se fabrican con dióxido de carbono con grado alimenticio que ha sido específicamente aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, Food and Drug Administration), la Agencia de Protección Ambiental (EPA, Environmental Protection Agency) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, United States Department of Agriculture).
El dióxido de carbono (CO2) es un gas líquido que no es venenoso ni costoso y se almacena fácilmente en los sitios de trabajo.